En pasarela, los diseños se presentaron en tres líneas: refinada, que representa lo formal y lo refinado, a través de un punto de vista contemporáneo moderno; gabardinas y car coats con cintura teñida, faldas plisadas y blusas con moño para la moda femenina y sastrería Burberry desarrollada al estilo English fit, para los hombres.

Relajada, es la línea que representa el espíritu más rebelde del Reino Unido, camisas y playeras masculinas, faldas lápiz, minifaldas y vestidos vaporosos de encaje para las mujeres; así como, chaquetas de doble botonadura con estructuras suaves y estampados llamativos para los hombres, todo inspirado en la idea de los viajes y la libertad.
 

La línea ropa de noche está integrada por una serie de delicados y femeninos vestidos de noche en jersey de color negro, que celebran la formalidad y el estilo característico en la cultura británica.

Las piezas de esta colección estarán disponibles en la flagship store de Burberry, que ha sido rediseñada con habitaciones temáticas que enaltecen el pasado y el futuro de la marca; una historia enmarcada por la creatividad en sus productos.
 

Cada habitación está hecha de madera y decorada con cortinas y suelos alfombrados donde se aprecian tonos inspirados en el trench coat -insignia de la marca- que van desde un color piedra, hasta el color miel, con acentos de rosa pálido y pistache.

La instalación restaurada, contempla salas individuales para conmemorar productos como el Heritage Trench y el Vintage Check, en el corazón de este espacio se encuentra ‘Sisyphus Reclined’, un andamio de tres pisos con una obra de arte inmersiva e interactiva del artista británico Graham Hudson; un cuento narrativo en forma escultórica que combina conceptos sonoros y visuales
 

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