23 noviembre 2018

El yin y el yang del desarrollo social

En su tercera columna, nuestra experta en desarrollo social y diseño, nos habla sobre los tipos de instituciones que componen el ecosistema de desarrollo.

Por: Marina Peniche

Las instituciones y organizaciones enfocadas en desarrollo social son muy importantes dentro de la cadena de actores que compone este mundo. Éstas generan investigación en campo y de escritorio, generan o identifican recursos públicos y privados y los implementan, capacitan individuos y profesionales, desarrollan constantemente programas de desarrollo social en distintos niveles, fijan metas a corto, mediano y largo plazo mediante acuerdos locales, nacionales e internacionales, fortalecen la gobernanza en localidades especificas y dan pie a nuevas políticas públicas. Hay distintos tipos de instituciones que componen este ecosistema.

 

Las instituciones públicas se encargan de beneficiar a la mayor parte de la población creando programas, nuevas instituciones y legislando. Las privadas representan a las empresas y la sociedad civil preocupadas por un desarrollo más equitativo de las poblaciones del mundo. Facilitan el networking y, muchas veces, funcionan como interlocutores entre las poblaciones meta y los donantes. Los organismos internacionales generan indicadores globales y proporcionan estudios especializados que ayudan a todos los actores locales a contar con aprendizajes y experiencias internacionales, así como comparar retos y posibles soluciones dentro de los distintos programas de desarrollo. Es justo este ecosistema que espera, ansiosamente, la llegada de diseñadores sedientos de ser parte del desarrollo nacional y mundial innovando con ideas, metodologías y acercamientos, creando un nuevo panorama con nuevos diseños sociales.

 

Debido a que el desarrollo social funciona de forma transversal y es multidisciplinario, podemos asegurar que todas las instituciones enfocadas a salud, educación, trabajo, vivienda y derechos humanos son instituciones con enfoque social. No obstante, en México y el mundo hay organismos específicos que trabajan en torno a este tema y tratan de aglutinar, fortalecer, replicar y difundir los distintos ejes y programas que abarca el desarrollo social. A continuación mencionamos algunas de las instituciones de desarrollo social más importantes del mundo y de México y qué hace cada una.

 

Fue en 1955, durante la Cumbre Mundial Sobre Desarrollo Social en Copenhague, cuando por primera vez en el mundo se planteó la erradicación de la pobreza, la creación de empleo productivo y reducción del desempleo, y la integración social como ejes para el desarrollo mundial. En ese entonces, las naciones del mundo asumían responsabilidades y planteaban metas y estrategias para enfrentar estos retos. Ahora, 60 años después, la ONU abraza distintos organismos que se encargan de que el mundo nunca olvide a las comunidades más vulnerables del planeta.

Otros organismos internacionales para la cooperación enfocada a desarrollo social son: El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que fondea programas de desarrollo, el banco mundial impulsa el desarrollo social financiando a poblaciones en pobreza con programas incluyentes que entienden y atienden sus necesidades y formando instituciones, Overseas Development Institute (ODI) y UK Department for International Development (DFID), entre otros.

 

Como diseñadores tenemos un gran marco de instituciones globales para vincularnos y hacer diseño social (en todo el sentido de la palabra diseño), pero he de recalcar que todas estas instituciones tienen programas ligados al escenario nacional y, como ya hemos dicho antes, México es un mar de oportunidades para seguir generando programas de desarrollo social. En nuestro país al trabajar con gobierno, comunidades, sociedad civil, el sector privado, y poblaciones marginales, muchas de ellas indígenas, el desarrollo social se traduce en un ecosistema complejo de relaciones y responsabilidades entre estos actores. A continuación mencionaré algunas de las instituciones públicas nacionales más representativas en el campo.

Como la vida, este ecosistema de instituciones tiene sus dualidades. Con el paso de los años las instituciones globales y locales, así como sus programas, sufren de muchas problemáticas. En mi experiencia, las más frecuentes, situándonos en un escenario nacional, son problemas relacionados a la implementación de recursos destinados particularmente a una partida presupuestal sin contar con la flexibilidad necesaria para adaptarse a cambios durante el proyecto, largos procesos burocráticos que se interponen con los procesos presupuestales de los donantes y los procesos participativos de las comunidades, actitudes y proyectos paternalistas que se ven reflejados en impactos menores en las comunidades sin generar proyectos sostenibles a través del tiempo, exceso de recursos en especie por proyecto otorgados por organismos privados y públicos, dificultades en el proceso de empatía de metas, objetivos y entregables entre las comunidades, los donantes y las entidades públicas e internacionales, desarrollo de proyectos y productos con equipos multidisciplinarios que no tienen diseñadores y muchos programas de desarrollo que funcionan en papel, de facto, pero no de iure.

 

Hay dos ejes que se pueden abarcar desde el desarrollo social: la capacidad de los individuos de desarrollar sus propias capacidades y contextos, y la capacidad de los individuos de mejorar la sociedad en donde se encuentran. Las instituciones de desarrollo se encargan que está última visión se lleve a cabo en planes nacionales asegurando que las necesidades humanas se satisfagan en todos los niveles, pero especialmente en los sectores más vulnerables. Así mismo estas entidades son el mejor medio con el que contamos para fortalecer los procesos de desarrollo mediante mejores relaciones entre las necesidades identificadas y los medios con los que contamos para alcanzarlas. Es por esto que debemos sumarnos hacia la construcción de instituciones fuertes y no centrar la conversación en la crítica, sino en el análisis y evaluación para la mejora continua.

 

Este mundo de instituciones enfocadas al desarrollo social es una fuente laboral desconocida para los diseñadores mexicanos, no obstante esta lleno de oportunidades en donde podemos colaborar y construir, desde nuestra trinchera, nuevas maneras de acercarse al desarrollo y proponer soluciones innovadoras enfocadas y ligadas al diseño. Cada vez el reto es más grande, la creciente complejidad de la función de las dependencias y entidades de desarrollo implica revisar interrumpidamente el funcionamiento de los programas e instituciones para detectar sus principales limitantes y reconfigurar las relaciones estructurales y los sistemas operativos para su propio desarrollo. Fortalecer el desarrollo por medio del análisis de los requerimientos y contextos de las poblaciones más pobres por medio del diseño, permite no sólo promover sus voces, sino entenderlas. Comprender y atender sus necesidades, prioridades y aspiraciones, al tiempo que impulsamos la construcción de mejores instituciones para el país.

 




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