Al dominar la técnica de la costura y más tarde la sastrería, Chanel comenzó a indagar sobre telas que permitieran una indumentaria mucho más funcional y cómoda. Experimentó con jersey para hacer prendas femeninas, en aquel entonces, sólo era usado para hombres.
Diseñó el charming chemise dress, un vestido estilo camisa, que realzaba el busto y permitía gran movimiento y comodidad, sobre el que le gustaba colocar un largo collar de perlas. Chanel llamó la atención por el uso del pantalón y cabello corto en campo abierto, que fue poco a poco, imponiendo una moda.
Sus prendas descubrían el tobillo de la mujer al acortar el largo de las faldas, indumentaria de estilo marinero, trajes de talle bajo, impermeables y más adelante el diseño de pantalones femeninos. Creó piezas emblemáticas como el pequeño vestido negro o los famosos trajes de tweed escocés. El tweed es una tela de lana cardada caracterizada por su volumen y flexibilidad, que depende de diversos acabados para darle diferentes aspectos. Fabricados en Escocia, la primera colección de trajes fue lanzada en 1924.
El traje se convirtió en los 50, un sello distintivo de la marca Chanel que siguió con el uso de tela y mezclas de lana y fibras artificiales para mejorar el uso y resistencia de las prendas. Desde entonces, es una colección que se ha renovado y reinterpretado, además de estar presente en todas las colecciones prêt-à-porter y de alta costura en las grandes exposiciones. El legado de una mujer visionaria que miró con otros ojos, el papel de la mujer en la sociedad.