«Vengo de una familia que aprecia el diseño. Cuando era niña, mis padres proyectaron su casa soñada, desde cero. Se involucraron en todo, desde la selección y compra de los materiales, hasta el diseño. Yo vi cómo lo disfrutaban y me encantó el proceso», nos cuenta Laura Panebianco sobre sus inicios en el diseño.
Hoy tiene su propia firma de diseño con base en la Ciudad de México: Studio Panebianco. Y desde ahí ha desarrollado un estilo y un manifiesto basado en la funcionalidad como eje principal.
«La funcionalidad del espacio y los requisitos del cliente son lo que impulsan el proyecto. Antes que la inspiración, antes que la parte artística o creativa, necesitamos que el proyecto sea funcional y cumpla los requisitos del cliente», nos cuenta; y es esta percepción lo que sin duda relaciona su práctica con los valores primordiales del buen diseño. Ese que ciertamente apela a la funcionalidad, pero que también se relaciona con la honestidad, la estética y la atemporalidad.
Su visión sobre el diseño
Aunque Laura Panebianco es colombiana, también comparte orígenes italianos, mexicanos y estadounidenses.
Una maestría en Diseño de Interiores por el Pratt Institute, pero sobre todo experiencias laborales previas en los despachos de Thom Filicia (Nueva York) y Matteo Thun (Milán) ayudaron a conformar su identidad creativa.
«Mi primer trabajo fue con Matteo Thun en Milán. Él formó parte del icónico Grupo Menphis, y ese trabajo me marcó mucho como diseñadora», nos relata. Y fue ahí que descubrió que el diseñador no es solamente aquel que hace las cosas más estéticas. «En Europa al diseñadore se le ve como un agente que realmente [aporta] al bienestar de las personas».
El anclaje en el pasado
Si bien es difícil etiquetar la práctica de Studio Panebianco y de sus proyectos, ya que cada proyecto es único para un contexto y un cliente, sí existen características que la representan, y estas son la atemporalidad y el anclaje en el pasado.
Y no solamente se trata de combinar piezas vintage con nuevas, o de utilizar técnicas o materiales del pasado. Ya que en la filosofía y en el trabajo que realiza Laura Panebianco la atemporalidad y la perspectiva histórica la han llevado a hacer del diseño un ejercicio de ética.
«Las industrias de la construcción y del diseño pueden llegar a ser de los rubros más [despilfarradores]». Ella considera que como diseñadora tiene la responsabilidad de entender los contextos donde está trabajando y de hacerlo con responsabilidad.
Y es en ese ejercicio que su obra adquiere innovación y trascendencia. «Pensar en el pasado te lleva a pensar de dónde vienen tus productos, a revisar qué elementos puedes reutilizar, a cómo integrar a productores locales en los proyectos. En el estudio pensamos que es positivo preservar y reciclar mobiliario, restaurar elementos constructivos… [Es decir] diseñar con responsabilidad».
Pero no son los únicos valores de Studio Panebianco. Mantener proporciones, poner atención en el mínimo detalle en la planta amueblada («incluso cada uno de los cajones»), y cuidar al máximo la iluminación son solo la cereza del pastel de los proyectos de Laura Panebianco.