|Arquitectura|
Casa Iguana es una vivienda unifamiliar situada en una zona habitacional suburbana de Alvarado en Veracruz, la cual rinde tributo a la riqueza natural de este estado de la República.
El proyecto, realizado por el despacho Obra Blanca (liderado por los arquitectos Daniel Treviño Lozano y Gabriela Villegas), se sintetiza en tres construcciones independientes, conectadas por medio de un puente delimitado por tres muros de celosía a base de soleras de barro recocido dispuestos de la misma forma en la que se levanta una torre de naipes, reinterpretando los remates de muros y balcones presentes en algunas de las residencias tradicionales de la región.
Como parte de los requerimientos, la casa debía ser un refugio de la rutina. Por eso, pese a ser una residencia de uso permanente, los espacios transportan a sus moradores a un Veracruz de recreación y descanso, emulando las características de un danzón jarocho: tranquilo, pausado, preciso y romántico.
En la planta baja, la casa cuenta con un espacio público y de servicio, desplantado dentro de los límites de los tres cuerpos que conforman el proyecto.
En la planta alta, por el contrario, encontramos un área privada, distribuyendo una recámara por cada uno de los tres módulos que, sin importar su orientación tiene todas las vistas rematando hacia el patio interior y la alberca. Los materiales se utilizan al desnudo manteniendo su propia expresión.
El carácter frío del concreto y el sistema aparente de vigueta y bovedilla se equilibran con la calidez del tabique refractario de barro recocido y el aplanado pulido de cemento blanco con resina de chucum, que ofrece un bello color natural, además de plasticidad y fraguado, disminuyendo su agrietamiento y aumentando la impermeabilidad.
Todos son materiales de fácil mantenimiento y con carácter suficiente para dignificar la obra a través del tiempo. En esa misma filosofía, el mobiliario refuerza la modernidad artesanal, pues está fabricado en madera, metales oscuros y tejidos autóctonos.