Por GLOCAL
La Casa AN se sitúa en un condominio de Paraná, Brasil que, por el clima cálido durante la mayor parte del año, la construcción privilegia a los grandes vanos, la circulación cruzada y, en algunos lugares, el uso de parasoles de madera. Dividida en tres bloques -dos en la planta baja y uno que forma el piso superior-, se conforma una “U” que permite una organización de forma marcada del área social, área de ocio y área íntima. Los volúmenes de la planta baja son de hormigón visto, en contraste con la albañilería blanca del sector de las habitaciones.
La casa está cerrada a la calle, el hall de entrada se organiza en una gran caja de madera, como si fuera un escenario del teatro. La continuidad del revestimiento entre la puerta y las paredes permite que se camufle completamente, y se abre a través de un sistema electrónico. El hall interior sigue el mismo acabado de madera cumarú y tiene una iluminación proveniente de un gran domus. La circulación se organiza detrás de la pared del comedor, que oculta la circulación entre el hall y la escalera. La sala, que es un contraste de hormigón visto, madera y mármol, se desprende al área de ocio.
Los muros divisorios recibieron una atención especial, pues se cubrieron con piedra, y entre las piedras, se plantaron variadas especies de plantas tropicales. Gracias a un sistema de riego especial, este jardín se mantiene y se ha convertido en una alternativa del tradicional jardín vertical. La piscina está envuelta por un gran deck de madera, que crea un empalme con el área de ocio, equipada con una cocina gourmet y un cine. En el área opuesta a la sala, el volumen de hormigón con parasoles de madera alberga un apartamento para huéspedes y otros equipos de ocio.
Design Films

Edición 83 | Mujer & Forma
