27 enero 2016
Reseña: Hello World de Alice Rawsthorn
Es muy difícil construir un discurso sobre diseño cuando todo “es diseñado”: planes de retiro, dietas, mesas y ornamentos para boda, planes financieros, seguros de vida, etcétera. Estamos tan acostumbrados al término que pensamos que siempre ha existido en nuestras vidas.
La palabradiseño apareció en nuestro vocabulario en el siglo pasado, más exactamente cuando se vinculó la calidad con la producción en serie de objetos utilitarios, concretamente con el surgimiento de la Bauhaus y toda una filosofía detrás de la creación de piezas para el uso cotidiano. “La forma sigue a la función”, dijo el arquitecto norteamericano Louis Sullivan, cita que posteriormente se ha atribuido a muchos otros quienes comparten la máxima para justificar algún elemento de diseño, hoy la frase ha dado la vuelta al mundo, pero no siempre se está consciente de lo que significa o si sigue siendo válida.
La preocupación por hacer que algo funcione y deje satisfecho a quien lo usa tiene siglos de antigüedad, esto provocó que se hicieran mejoras en la arquitectura, en las obras de ingeniería civil, en los libros, en la tinta, en el vestido, en artefactos militares, en el transporte, en los utensilios de la vida cotidiana. El diseño cambia vidas y configura la existencia de quienes lo usamos, muchas veces sin darnos cuenta.
Alice Rawsthorn, en su libro Hello World hace un estupendo recorrido por diversos momentos históricos del “no diseño”, es decir de una época en la que no existía el concepto de diseño como lo entendemos hoy, se trata de ejemplos perfectos de lo que puede hacer la aplicación de esta área creativa en nuestras vidas. Este libro no es un libro tedioso de terminología de creatividad o de aburrida teoría para explicar el diseño, al contrario está escrito en una prosa natural y llena de ejemplos que permiten comprender por qué, cuándo y cómo un producto o un servicio se considera exitoso.
Esta primera edición en inglés (Penguin Books, 2013: diseño por Irma Boom) consta de un prólogo, trece capítulos y un epílogo que hacen de esta publicación un libro cerrado. En los primeros capítulos se definen conceptos que muchas veces no quedan claros en los jóvenes diseñadores, como ¿qué es el diseño?, ¿qué es un diseñador?, ¿qué es el bueno diseño? Y por qué el buen diseño es importante. Al mismo tiempo, abre un panorama sobre hacia dónde debe dirigirse esta disciplina en el futuro.
El término design thinking tienen sentido al leer con detenimiento la historia detrás de objetos tan letales como el arma ak47, que se convirtió en el arma más vendida en el mundo (por sus características de diseño) o entender por qué el emperador del ejército de terracota, Quin Shi Huangdi, logró someter a todos los reinos de China del siglo ii a. C. gracias a decisiones sobre detalles del armamento de su ejército que impactaron en la eficiencia de éste en combate; también relata sobre el primer caso de identidad corporativa de la historia hecho por el temible pirata Barba Negra, creador de la bandera del cráneo con dos tibias cruzadas, y finalmente de cómo una pieza de diseño puede cambiar la vida de alguien al transgredir la función primaria y convertirlas en una pieza de exhibición, me refiero, entre otros ejemplos dados, a las prótesis empleadas por la atleta de alto rendimiento Aimee Mullins.
Hello World es un libro inspirador, que abre el horizonte en este nuevo siglo e invita a ver al Diseño (sí, con mayúscula) como un elemento de cambio que proporciona bienestar en la sociedad. Es también un libro de todo lo que no es diseño: historia, ciencia, música, tecnología, medicina, etcétera, y de cómo vivimos el mal diseño sin saberlo.