En su continua preocupación por la naturaleza y la conservación de las especies, el estudio creativo MaliArts ha desarrollado un sistema en el que las abejas solitarias -un tipo de insecto que no vive en colmena, no tiene reina y por lo tanto no produce miel- puede descansar, alimentarse, hidratarse e incluso anidar; Refugio permite a estas abejas sobrevivir en un entorno dominado por el ser humano, en el que los insectos parecen ser los seres vivos más rechazados.
Este “sistema habitacional” fue diseñado en relación al comportamiento natural de esta especie de abejas el cual busca resguardo en perforaciones de madera, grietas en muros o en ramas huecas. Refugio consta de varios módulos hechos de cerámica, madera de pino y teca sin terminar cubierta con aceite natural y en su base, patas de acero que le dan altura.
Para la conservación de la biodiversidad, los insectos son fundamentales; las abejas solitarias, que representan aproximadamente el 90% de esta especie de insectos, son potencialmente mejores polinizadores que las abejas melíferas pues, al no contar con cestas de polen en sus patas, el polen se desprende fácilmente de su cuerpo, lo que aumenta la posibilidad de una polinización más efectiva.
El cuidado de las abejas solitarias o de insectos polinizadores en general es considerado de gran impacto para la naturaleza; Refugio busca crear un espacio en jardines, huertos, terrazas, parques y espacios al aire libre para el disfrute y conservación de las abejas. El santuario, está acompañado de un manual en el que se explica a detalle el tipo de plantas, de acuerdo a su altura y riego, que puede acompañar esta guarida para un insecto tan importante para el ecosistema.