Texto por GLOCAL
Pensando en la vida cotidiana de ciudades como Nueva York, Hong Kong Londres y la Ciudad de México, el diseñador de interiores Drew McGukin, cuyo trabajo se caracteriza por involucrar ritmo e integridad en todos los elementos, presenta una cocina estudio, como él mismo lo define. Un proyecto que involucra a tres firmas de renombre tratándose de materiales y muebles de baño: Cosentino, Kohler y Benjamin Moore.
Esta cocina integra un bar y también una sala en una sola pieza. Ésta se desarrolló bajo la filosofía de crear una funcionalidad óptima adaptada a los distintos propósitos del espacio, que van del entretenimiento al trabajo. Ello bajo un estilo contemporáneo que refleja la propuesta de McGukin, pues “el espacio se pliega, se cierra y se convierte en distintas cosas dependiendo lo que se quiera o necesite en cierto momento, hoy, mañana y algo totalmente inesperado la semana que viene”, comenta el neoyorkino.
Para optimizar su diseño, fueron seleccionadas capas de blancos cálidos y colores neutrales, además de materiales fuertes, firmes, eternos y con belleza natural. Un ejemplo de ello es Silestone Eternal, de Cosentino, una serie de colores que permite recordar los mármoles más populares bañados de estética y funcionalidad ideal para adaptarse a proyectos de mayor exigencia.
“Cocina estudio, porque estudio denota actividad, creatividad, movimiento del ser humano que está construyendo y creando todo el tiempo. En general, la idea de algo más que una cocina y las posibilidades que ofrece”, Drew McGukin.