Para el proyecto Tamarindos, Mayer Hasbani propuso una serie de cambios que incluyeron la creación de nuevos usos y procesos para sus habitantes. En la planta baja quedaron dispuestos los servicios principales: el comedor, la sala de estar, el family room y dos habitaciones para los niños, también un espacio de juego y los principales servicios del hogar.
El comedor se volvió en un espacio focal para el diseño de interiores de la casa, ya que era el espacio con mayor afluencia en la vida diaria de los habitantes.
La planta alta quedó ocupada por la habitación principal y sus servicios, además de un estudio diseñado para proporcionar un área de trabajo digna para los habitantes de la casa.
El conjunto es de un nivel de detalle sutil, la iluminación traza los ejes y direcciones de uso, crea espacios sensibles y tranquilos. La apertura de las zonas exteriores en el eje oriente-poniente evitó el uso de ventilación artificial y se convirtió en la respuesta para mantener un área principal con ventilación que evoca a un ambiente más natural.
La circulación principal de la casa, separa al comedor de los servicios de cocina y envuelve las zonas comunes en una escalera de roble. Los contrastes de techo y muro complemente al piso de mármol.