“Un acto sublime de imaginación poética” fue lo que dijo Jay Pritzker al arquitecto Luis Barragán, único mexicano que hasta ahora figura entre los ganadores del Premio Pritzker.
Cada año, el Premio Pritzker —considerado como el Premio Nobel de la Arquitectura— se otorga a un arquitecto que haya hecho aportes importantes al mundo creativo. Hasta ahora, el mexicano Luis Barragán no sólo se encuentra entre los primeros ganadores de dicho premio (que empezó a otorgarse en 1979), sino que además es el primer latinoamericano y único mexicano que figura en la lista de los ganadores.
Barragán fue merecedor al prestigiado reconocimiento en 1980 por su Casa Estudio Luis Barragán (construida en 1948), la cual aún se encuentra en el barrio de Tacubaya al poniente de la Ciudad de México y que durante muchos años fue su residencia y taller luego de la Segunda Guerra Mundial. Esta casa refleja el estilo arquitectónico de Barragán durante el periodo de la guerra. Hoy está habilitada como un museo y ha sido declarada como Patrimonio Cultural Mundial por la Unesco. Según el organismo: “es una obra maestra dentro del desarrollo del movimiento moderno, que integra en una nueva síntesis elementos tradicionales y vernáculos, así como diversas corrientes filosóficas y artísticas de todos los tiempos”.
En la ocasión en que el arquitecto oriundo de Guadalajara fue merecedor al Premio Pritzker, el empresario norteamericano y organizador del reconocimiento, Jay Pritzker, elogió su obra calificándola “como un acto sublime de imaginación poética”.
En la ocasión en que el arquitecto oriundo de Guadalajara fue merecedor al Premio Pritzker, el empresario norteamericano y organizador del reconocimiento, Jay Pritzker, elogió su obra calificándola “como un acto sublime de imaginación poética”.