El diseño italiano de los años 80, caracterizado por burlarse de la noción del ‘buen gusto’, así como el minimalismo, estilo en el que la simplicidad cobra mayor importancia, son dos de los principios en los que Kelly Behun se basa para la creación de espacios y mobiliario.
Esta estadounidense comenzó a relacionarse con el diseño cuando, después de estudiar Ciencia en Economía en la Universidad de Pennsylvania, se mudó a la ciudad de Nueva York e inició a desempeñarse en Ian Scharager Hotels Design en 1994, donde estuvo al lado de Andree Putman, diseñadora francesa reconocida por un estilo sobrio y efectos visuales en sus creaciones, y convivió con Philippe Starck, destacable por la funcionalidad y la estética tan definida en cada uno de sus productos.
Tiempo después, en el año 2000, Behun y un conocido suyo lanzaron una marca de diseño que se centraba en el interiorismo residencial. Ocho años más tarde, Kelly fundó su propio estudio: k e l l y b e h u n | STUDIO, en el que en conjunto con el artista Alex P. Blanco, además de tener como objetivo la creación de ambientes únicos, también ofrece piezas de mobiliario auténticas que lucen por sí solas como una escultura.
El trabajo de Kelly Behun ha sido publicado en diferentes medios de diseño, tales como: Elle Decor, House Beautiful, Vogue, entre otros. Su más reciente colección es Neo Laminati, la cual representa el potencial de la impresión digital en laminados de plástico y es un claro ejemplo de sus principios creativos de estilo: simpleza y ‘buen gusto’.