Un elemento importante en el diseño biofílico es la iluminación, además del mobiliario y los materiales orgánicos, que contribuyen a reproducir el ciclo solar natural para favorecer los ritmos circadianos.
La lámpara de pie North de Levy ilumina, en Eslovaquia, el Mirror Bar de Bratislava, en el icónico Hotel Radisson Blu Carlton. En la zona de asientos del bar, los brazos de North se extienden como ramas, en perfecto maridaje con la estética vegetal de la sala, marcada por su color verde bosque y la presencia de un gran árbol en el centro.
En Wijk en Aalburg, Holanda, el estudio de diseño holandés VEVS se propuso integrar el interior con el exterior al rehabilitar la oficina de la empresa DTI, dedicada a la producción de mantequilla y hojaldre. Inspirándose en el campo holandés y sus granjas, los arquitectos instalaron grandes ventanales del suelo al techo, vigas de madera y muebles con formas orgánicas.
Para las salas de reuniones, eligieron las lámparas colgantes Wireflow de Arik Levy, un delicado diseño tridimensional, gráfico y transparente, cuyos cables negros de estética industrial contrastan con la mesa y los paneles de madera.
En el Gates Hotel Barcelona, los materiales naturales como el mármol, el latón y el nogal proporcionan un ambiente exquisito y natural. En un extremo de su vestíbulo tipo loft, los diseñadores instalaron la lámpara Palma, de Antoni Arola, una suspensión que aúna iluminación y vegetación y que parece flotar en el aire.
Los globos de vidrio soplado y la exuberancia de las plantas en cascada recuerdan los antiguos jardines colgantes. Situada cerca de una gran palmera, crea un paisaje interior haciendo un guiño a la naturaleza y realzando la sensibilidad ecológica y el carácter relajado del hotel.
En su versión horizontal y vertical, Palma también ilumina el restaurante Vaqueta Gastro Mercat de Valencia, escondido en la trastienda de una verdulería. Rodeadas por una estructura ondulante de cañas de bambú y abundante vegetación, estas lámparas colgantes iluminan varias zonas, recreando la sensación de comer en plena naturaleza.
En Italia, Palma ocupa un lugar privilegiado en el restaurante Bolpetta de Turín. Los globos ligeramente aplanados que caracterizan esta creación de Antoni Arola recuerdan el globo terrestre; un diseño orgánico que complementa los motivos y el esquema cromático del papel de pared. Las plantas que cuelgan a ambos lados dan a este espacio un espíritu informal y le proporcionan una cálida luz ambiental.