Aparentemente, la arquitectura de edificios industriales debe ser fría y eficiente respondiendo a las necesidades de espaciales y comerciales de la empresa; sin embargo, el enfoque de proyectos como Hirschvogel, una nave industrial para un provedoor automotriz, diseñado por el estudio de arquitectura Iconico que dirige el arquitecto fundador Moritz Melchert, ha cambiado el panorama con respecto a estas construcciones.
Hirschvogel se desarrolla con la convicción de que la industria y la condición humana son inseparables. Así, se generaron espacios para promover el instinto creativo de sus ocupantes; áreas que se integran al paisaje y, sobre todo, a la urbe, dejando de lado la idea de las zonas industriales alejadas de la vida cívica. Los materiales tienen un cierto instinto artesanal, a lo largo del sótano, la pared de piedra le da un toque natural y fresco al proyecto.
El programa comprende tres niveles. La planta baja alberga la recepción y el lobby, así como las áreas comunes para los trabajadores, vestidores, lockers y el área de carga y descarga de la empresa automotriz. El primer piso se ha destinado para el área de oficinas privadas y una zona de espera para los clientes; en esta zona se han dispuestos los cubículos para las labores administrativas y un espacio de almacenaje. Finalmente, la planta superior alberga la terraza y un espacio extra para actividades administrativas.