Un proyecto que surge a partir de un patrón textil y se crea tomando una fotografía de un objeto montado en el interior de un marco cuadrado, aplicado a una pieza de moda creado por el equipo creativo de Jil Sander. Dado que todos los objetos son de color blanco puro, las sombras y la apariencia pueden cambiar drásticamente con una ligera alteración en la configuración de la iluminación o de la profundidad de campo.
Este trabajo de impresión de la imagen en el objeto llevó a un reto para su representación para posteriormente lograr las texturas en las aplicaciones. Posteriormente, los patrones textiles se redujeron a 5 tipos: patrones con hilo de tejido apretado; patrones de puntos expresados por la profundidad de 82 piezas de conos flotantes; patrones de una rejilla formado por las sombras de una composición de cubos; patrones de camuflaje creados por las tonalidades en la escarcha y acabados transparentes de láminas de acrílico transparente; y finalmente, patrones de rayas originadas por un grupo de pilares en forma plana.
Un diseño que se formó mediante la transformación a tres dimensiones en dos dimensiones para luego representarlas nuevamente en tres dimensiones.