En su edición núm. 11, Glocal Design Magazine publicó el artículo especial “5 Arquitectos + 5 Interioristas en México”, donde reconoce el extraordinario talento de diez despachos que, a través de su trabajo, tanto en proyectos arquitectónicos como de interiorismo, se han distinguido por sus destacadas propuestas. En esta ocasión, presentamos la entrevista completa con Paola Calzada, quien nos platicó sobre su experiencia de trabajar en el estudio de Matteo Thun y el papel que juega el interiorismo para darle carácter e identidad a un espacio. Por Mabel Téllez Fotos Cortesía Paola Calzada Arquitectos ¿Quiénes fueron tus influencias para dedicarte a la Arquitectura e Interiorismo? De profesión soy arquitecta, luego estudié diseño industrial en Milán, Italia; ahí entré al despacho de Matteo Thun. Eventualmente quería entrar en la parte de arquitectura pero finalmente terminé en interiores. Un día, entré a un salón de materiales, donde se encontraba un diseñador francés que hacía styling, y me invitó participar, en ese momento me di cuenta que estaba en el lugar indicado. Ahí encontré mi personalidad como interiorista. ¿Qué elementos encontraste en el despacho de Matteo Thun que te acercaron al interiorismo? La manera en la que trabajaban, misma que yo traté de implementar en mi oficina; ahí colaboraban diseñadores industriales, gráficos, de interiores y arquitectos. Los cuatro equipos trabajábamos juntos, ahí aprendí a respetar cada área. Al entender más los espacios interiores me di cuenta que era muy importante mi formación como arquitecta, porque podía manipular esos espacios. Fue enriquecedor, los proyectos salían más completos. Matteo definitivamente fue una influencia muy grande para mí. ¿El despacho tenía un estilo ya definido? Cambia continuamente, eso es lo que aprendí mucho. Precisamente mis dos arquitectos favoritos también tienen la mismas características, cada uno de sus proyectos es totalmente diferente al anterior, al grado que no puedes creer que lo haya hecho la misma persona. Eso me ha permitido no tratar de buscar un estilo definido, sino una propuesta que vaya cambiando radicalmente, dependiendo del concepto que vaya a regir ese proyecto en particular. Mencionaste dos arquitectos favoritos, ¿quiénes son? Peter Zumthor, que seguramente es el favorito de todos. De sus proyectos, mi favorito son las Termas de Vals, que se encuentran en un pueblo chico del este de Suiza. Lo que más me gustó de esa obra es que vas descalzo y puedes notar el uso de la piedra en todas sus versiones, ya sea rugosa, lisa, brillante, pulida, etc. Y dependiendo de la rugosidad de la piedra, hace que te muevas por medio del tacto de los pies. Cada proyecto suyo es táctil y detallista. Y esa atención al detalle es lo que me encanta. También está Philippe Starck, su estética me ha cansado a través de los años, ya que estoy en búsqueda de otras direcciones, pero hay algo que me impresiona de él: al igual que Zumthor, no puedes creer que dos obras suyas las hayan hecho la misma persona. El ver esa característica en gente que admiro tanto, me dio permiso para hacer obras totalmente diferentes y que no tenía que encontrar un estilo con el cual casarme. Éste va más allá de lo estético, es una manera de trabajar que vas puliendo a través de los años. Mi metodología de trabajo es entender al cliente, saber qué quiere y un proceso creativo de meterte en el proyecto, eso siempre trae resultados diferentes. ¿Cómo concilias tus ideas y propuestas con los requisitos del cliente? Tienes que entender que cada proyecto tiene que involucrar al cliente y que éste tiene mucho que aportar. La casa o el negocio puede madurar y ser mucho más personalizado si lo trabajas de la mano con él. Si le dedicas 80% de tu tiempo al proyecto, hay que disfrutarlo y realmente meterse por completo, porque si no te haces amigo del cliente y si no te diviertes, estás perdiendo una parte muy humana de tu trabajo. Dejarlo a un lado me parece una falta de recurso importante. ¿Qué papel juega el interiorismo a la hora de darle carácter e identidad a un espacio? Una cosa que logra mucho el interiorismo, y en la arquitectura también, es que es sensorial; tú tocas las sillas, sientes el frío del mármol o ves una pared rugosa muy cálida. Es mucho más fácil crear una memoria sensorial con el interiorismo que con la misma arquitectura, porque está todavía más cercana a tu cuerpo y a tu piel. Puedes crear memorias y sensaciones mucho más táctiles de manera fácil y cercana al usuario. Ese es el papel que juega el interiorismo: crear una memoria sensorial. Y hablando del proceso creativo, ¿cómo inicias un proyecto? ¿Cuál es tu punto de partida? Inicio con procesos visuales a partir de fotos y materiales, de ahí saco ideas y hago collages muy grandes. También escucho a la gente que está en el despacho, nos divertirnos y lanzamos ideas; después las acotamos para saber cuál es el concepto más importante de todos los recursos que sacamos. Normalmente llegamos a una palabra, que es la que rige conceptualmente el proyecto. Puede tratarse de movimiento, un verbo, un adjetivo y hasta un chiste. ¿Qué parte disfrutas más del proceso? El detalle, lo que me gusta es poner todos los proyectos juntos, no me gusta hacer sólo el interiorismo, me gusta hacer el hotel de principio a fin, diseñamos desde la fachada hasta el toallero, le hicimos la gráfica, el nombre del hotel que curó Manifesto Futuro, de Monterrey, que son increíbles, diseñamos todo, desde la paleta hasta las fachadas, muy divertido. ¿Qué rol juega la imaginación en tu trabajo? Una parte de nuestra profesión de arquitecto es que nunca deja de trabajar, no tienes horario, cuando te despiertas estás diseñando, cuando ves una silla, o un edificio, cuando ves una planta te imaginas una lámpara, estás trabajando. Y esa parte de la imaginación es la que nunca descansa. Por ejemplo, estás de viaje y estás tomando fotos que te van a servir después. En todo caso vas a descansar tu mente para que puedas volver más creativo. Pero todo el tiempo estás buscando recursos visuales y de imaginación. Para que estén alimentando la imaginación. ¿Cómo concibes la arquitectura de hace diez años y cómo crees que haya evolucionado hasta ahora? Creo que se ha internacionalizado de una manera no tan positiva, a tal grado que puedes ver a Philippe Starck en cada esquina. Esta globalización de estilo se ha vuelto muy visual, lo cual me parece negativo, pero al mismo tiempo es interesante cómo las imágenes se mueven con mucha velocidad. También creo que la manera de trabajar en otros continentes y en otros países ha llegado mucho más rápido, por lo que resulta más fácil que alguien, que ni siquiera ha viajado tanto, tenga el acceso a distintas perspectivas y pensamientos. Lo que define nuestra generación es rapidez. Tenemos que dar dos pasos hacia atrás y entender mejor los espacios, al cliente y el lugar donde estamos trabajando. En cuanto a interiorismo, ¿cómo concibes
a un México de vanguardia? Creo que para estar a la vanguardia en diseño tenemos que estudiar y enorgullecernos de nuestras raíces. Al estudiarlas nos daremos cuenta de la infinita inspiración que podemos encontrar en la estética y cultura de nuestro México indígena, europeo y finalmente mestizo. La diferencia entre una greca arquitectónica maya y azteca (por mencionar solo un par de las miles de culturas indígenas) es enorme, sin embargo, en las escuelas de arquitectura nos hacen estudiar más la diferencia entre un capitel dórico y jónico. Los brasileños han encontrado ya un nicho en el diseño, entendiendo bien su cultura y transformándola en productos que el consumidor educado brasileño quiere. La segunda bandera más portada en los vestidos después de la estadounidense, es la brasileña. México, al igual que Brasil, es un pueblo mestizo. Extrañamente, en el diseño mexicano vemos mucha influencia del diseño contemporáneo europeo y recientemente está muy presente la influencia del diseño vernáculo o popular. Ambas son buenas fuentes de inspiración, pero desde mi punto de vista encontraremos un verdadero estilo “hecho en México” con reconocimiento mundial cuando recordemos de dónde venimos. www.paolacalzadaarquitectos.com Paola Calzada trabajó en el departamento de arquitectura y de interiores en el despacho de JSa Arquitectura, liderado por Javier Sánchez. Fue arquitecta junior en Matteo Thun Studio, en Italia. En 2008 fundó su propio despacho: Paola Calzada Arquitectos. Entre sus proyectos está el diseño interior del Hotel Brick, las oficinas de Clear Channel, Hotelito Desconocido en Jalisco y la remodelación de una casa en Bosques de las Lomas.