Para Rodchenko, era indispensable separarse del concepto de artista, bajo la corriente del constructivismo, se consideraban creadores enfocados a una causa olvidando el purismo del arte, acercándose a la producción y divulgación de una realidad social.
Antes de adentrarse a la fotografía, Rodchenko trabajó en composiciones gráficas y textiles impregnados de la ideología bolchevique. Influenciado por los dadaístas berlineses, Alexander desarrolló una nueva manera de transmitir un mensaje a través del fotomontaje.
Logró ser un gran antecedente de la industria publicitaria por la maestría en sus composiciones de fotografía, color y mensaje de manera simple, clara y atrayente. Uno de sus carteles más conocidos seria el realizado en 1925 para la oficina de publicidad estatal de Leningrado.
Su primera serie de fotomontajes estaba conformada por 11 cuadros inspirados en un poema de Vladimir Maiakovski, en 1923. Un año después, decide hacer sus fotografías para realizar sus composiciones gráficas.
De la mano con su cámara Leica, el diseñador exploró con perspectivas, texturas de líneas y encuadres inusuales con lo que destacó en el mundo de la lente. Fue atraído también, por el poder visual de los mecanismos y máquinas reflejados en muchas de sus composiciones fotográficas. Muere en Moscú en 1956 dejando atrás, un legado histórico para el diseño gráfico.