La marca de diseño Calleveinte cumple su séptimo aniversario reafirmando su compromiso de impulsar al talento nacional y a los nuevos creativos que enriquecen los espacios con sus innovadoras propuestas.
La iniciadora de este concepto, Nydia Molina, celebra estos siete años de una forma altruista al realizar una alianza con la fundación Casa de la amistad para niños con cáncer, a quienes desea apoyar a través de una de sus grandes pasiones: el diseño.
“En estos años hemos llegado a la conclusión de que no queremos convertirnos en un negocio más, sino un negocio con una parte humana. Hemos trabajado con la fundación Rebecca de Alba y ahora en este aniversario realizaremos una labor a favor de Casa de la amistad para niños con cáncer.
“La acción consiste en recaudar sillones para ser donados a la fundación. Es muy sencillo: la gente viene a la tienda a donar su sofá (el cual debe estar buen estado) y se le hace un descuento en la compra de otro sofá, y el sofá usado se le dona a la Casa de la amistad. Teníamos que hacer algo que tuviera una repercusión social”, afirma Molina.
Esto se realizará del 19 de septiembre al 19 octubre y los sillones pueden ser entregados en todas las tiendas de Calleveinte Av. Fuentes No.556 Col. Jardines del Pedregal, y en Av. Parque de Granada No. 49 Col. Parques de la Herradura Huixquilucan Edo. De México.
Nydia afirma que su labor de difusión hacia el diseño mexicano no ha sido fácil y con ella ha logrado que la gente se interese más hacia los productos mexicanos orientando a sus clientes hacia un mercado con mucho potencial a nivel de los países de primer mundo.
“En estos siete años volteó a ver lo que ha sido Calleveinte y recuerdo cuando inició este concepto de negocio con sus nuevos clientes quienes al realizar cualquier remodelación o crear la ambientación de su casa, contrataban a un decorador o simplemente se basaban en los ejemplos de revistas de decoración sin tomar en cuenta la gran calidad que hay en nuestro país en este tema”.
“Nosotros creamos, a manera de asesoría, platicar con el cliente, conocer sus gustos y formas de vivir para saber cuál es la tela que más le gusta, hasta cómo es su estilo de vida para entender así sus necesidades.
“Iniciamos en Mérida y trajimos la idea a la Ciudad de México y nos dimos cuenta que la cultura del diseño está creciendo en nuestro país, que es algo que la gente entiende mucho más que en otras épocas. Y es importante que el mexicano entienda que tenemos gente capaz, gente al nivel de los mejores del extranjero pero hay que darles trabajo e impulsar a esos talentos”, concluye la empresaria, quien está por expandir su empresa y posicionarla en otros lugares de la República.