El proyecto nació en una cárcel de Lima, Perú y ha logrado desarrollarse en otras cárceles, lugares donde las colecciones se realizan en su totalidad, con el propósito de que los detenidos generen ingresos e incrementen sus competencias para luego lograr una reinserción más rápida en la sociedad.
Cada producto es único, realizado en series limitadas y llevan la firma del artesano que lo realizó. Pasión y orgullo viajan con cada prenda a diversas partes del mundo desde los talleres de tejidos, zapatería y marroquinería en las cárceles.Pietà privilegia materiales naturales, orgánicos y reciclados. Se trabaja con alpaca, casimir, algodón pima y seda, en piezas que se distinguen por sus cortes minimalistas.
Pietà toma su nombre de la obra maestra de Miguel Ángel. Una escena dura y sin embargo sobria, que supera el dolor y muestra una aceptación digna del destino. La figura de la piedad representa la última etapa antes del renacimiento.