Por definición, un cenote es una depresión geológica que, en su etapa temprana, conserva una entrada estrecha y que al paso del tiempo puede terminar desecada; de connotación ceremonial para los mayas y recientemente reinterpretada por Pablo Vargas Lugo en su exposición homónima que se exhibe en la galería LABOR.
Cenote es un lugar abierto a la intemperie y a la vez, un portal al mundo subterráneo que ofrece una mirada a las entrañas de la galería; una tapa de fierro colado -material utilizado comúnmente para dar acceso a tuberías y drenajes-, adornada con mandalas y thangkas (tapices o pinturas en tela de seda con bordados, que por lo general representan a una deidad budista), contrasta con el bronce fundido con el que se crean placas conmemorativas, esculturas y monumentos, donde se inscriben cuatro dibujos fragmentarios.
Pablo Vargas Lugo es un artista cuyo trabajo aborda tópicos como la infraestructura urbana, la escritura, los patrones miméticos y signos culturales; esta muestra permite al artista asociar contextos geológicos con el entorno cotidiano y el mundo espiritual: la galería se convierte en una caverna del sureste mexicano, la conciencia en una tapa de alcantarilla y las aspiraciones espirituales se vuelven fugaces.
Cenote se presenta hasta el 17 de noviembre en LABOR | Gral. Francisco Ramírez 5, Col. Ampliación Daniel Garza, Miguel Hidalgo, CDMX.