De cantera rosa y una arquitectura de los años 20, la renovación de Hotel Umbral se basó en el entendimiento de los elementos preexistentes y su adecuación a un nuevo programa arquitectónico con respeto hacia la edificación y ambientes previamente concebidos. Para esto, se atendieron los lineamientos de conservación que dicta el INAH, INBA y sitios patrimoniales para edificios catalogados.
Ubicado en las vibrantes calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, Hotel Umbral forma parte de Curio Collection by Hilton –una firma que continúa con la expansión de su portafolio en el mercado con más de 60 propiedades–; arquitectónicamente hablando es un proyecto llevado a cabo por el taller de JSa Arquitectura e interiorismo y mobiliario de Nomah, cuya propuesta también liberó los espacios interiores de aquellos elementos que surgieron como agentes externos a través de los años. Se rastrearon elementos como el acabado original del edificio, el patrón de cancelerías, herrerías y carpinterías, y se recuperaron a través de procesos de restauración.
Con la finalidad de lograr una adecuación y giro hacia otro tipo de programa, la intervención se volvió un ejercicio formal de sustracción. Pese a que el uso original del edificio era de oficinas y no existía ningún programa habitable (en el sentido de confort vivencial), se distribuyó el programa de recámaras en los cuatro niveles existentes. Para lograr esto sin afectar al edificio preexistente, se coordinó una solución de ingenierías que involucró ductos verticales para unificar las bajadas ‘húmedas’. De tal forma, se logró satisfacer las necesidades del programa en su totalidad a la vez que se mantuvo su fisionomía