El clima, la lluvia y la exposición al sol, mantenían en desuso una cancha dentro de una unidad habitacional de interés social en el estado de Veracruz. Sin embargo, la arquitecta Rozana Montiel en colaboración con el arquitecto Alvin V Wallach, recuperaron el sitio para generar un programa multi actividades para aprovechar el espacio.
La cancha permanecía descubierta, por lo que se optó por techarla; se le diseñó una cubierta a manera de pórtico, de fácil mantenimiento. El espacio incluye gradas, miradores, salas de juego infantil, área de hamacas, sala de ejercicios para adultos, salones de actividades, baños etc. En el nivel superior, se pueden observar las actividades que se desarrollan en el complejo.
Debido a su proximidad con el mar, se emplearon materiales como la celosía y madera de palma que junto con la vegetación, otorgan frescura y sombra a la plaza para volver habitable el interior, donde se incluyó un pequeño foro abierto, área de patinetas, y mobiliario para comer al aire libre.