Texto por GLOCAL
Desde el 2012, Bi Yuu (de Bi: aire, viento, aliento en Zapoteco del Istmo, y Yuu: tierra en Chatino de Panixtlahuaca) ha brindado calor a numerosos hogares a través de sus creaciones textiles que, además de ser apreciadas como tapetes, representan un pedacito de historia y alma de los artesanos mexicanos que las llevan a cabo.
Marisol Centeno fue quien comenzó este proyecto en el estado de Oaxaca, con el objetivo de brindar una fuente de trabajo a sociedades de oficio textil, cuyos frutos realmente fueran para ellas. “Elaboramos tapetes que promueven el trabajo colaborativo y la sustentabilidad mediante el diseño”, asegura. Cada una de las piezas que es realizada por Bi Yuu es un producto que envejece de manera bella con su dueño.
Estos cinco años de Bi Yuu han sido de experimentación objetiva y de conocimiento en cada paso. Para ofrecer tapetes de alta calidad, su fundadora se ha encargado de encontrar por diversos lugares del mundo los hilos más finos y resistentes a los procesos que son sometidos para lograr el resultado deseado, pues finalmente se han dedicado a crear su propio hilo y sus propios tintes naturales. Emplean fibras de oveja Lincoln hiladas en México cuya longitud de mecha y estructura poco ondulada ofrece gran resistencia y peso.
“Cada vez que en Bi Yuu generamos una nueva colección, partimos de una amplia investigación, en la que observamos tendencias, experimentamos técnicamente y seleccionamos un tema conceptual que se plasmará en nuestros próximos productos”, comparte Marisol.
Respecto a los tintes, la firma mexicana ha desarrollado un proyecto que consiste en sistematizar el uso de recursos naturales para desperdiciar lo menos posible en su realización. A éste lo definen como tintorerías, y es donde experimentan, artesanos y diseñadores, para obtener nuevas tintas con cantidades exactas de, por ejemplo, grana cochinilla, añil, pericón, marush, nogal, muicle y granada.
“Los artesanos tintoreros fortalecen sus conocimientos, amplían la gama de colores y logran sistematizar sus métodos. Gracias a este maravilloso proceso hemos conseguido resultados únicos”, puntualizan.
Es gracias a cada una de las 2800 pasadas de hilo por metro cuadrado que los integrantes del gran equipo de Bi Yuu logran poner a prueba los sistemas colaborativos y llevan al límite su creatividad para hacer y mantener un sistema rentable de producción en el que todos ganan. Aseguran que la armoniosa combinación de color, textura y forma en sus tapetes encuentra un diálogo entre la tradición y la belleza de los diferentes espacios en los que pueden habitar, siempre con la intención de transmitir a los usuarios el alma con la que estos fueron hechos.
“Tejer no sólo es reproducir hermosos diseños, es hablar a través de símbolos llenos de significado, es una manera de mirar el mundo”, Bi Yuu.