Este año, el Ballet Triádico ―también conocido como Ballet Bauhaus― cumple 100 años con sus primeras presentaciones en 1916, creado por Oskar Schlemmer. Bajo un contexto vanguardista, la propuesta buscaba expandir la filosofía de la Bauhaus a través de la danza.
El Ballet encontraba en el cuerpo humano un medio para configurar un concepto funcional a través de movimientos rígidos y estilizados.
El nombre del Ballet Triádico se debe a que se estructuraba cuidadosamente por tres actos y tres participantes. Su concepto fusionaba la danza, el vestuario y la música para crear un singular performance que se mantuvo en cartelera durante más de 10 años.
La pieza coreográfica consistía en tres partes, la primera de estilo cómico y escenario amarillo, mientras que la segunda parte era de color rosa para representar lo ceremonial y solemne. Para finalizar, la tercera escena, de color negro, corresponde a lo místico y lo fantástico.
El Ballet contaba con 12 escenas y 18 vestidos en actos musicalizados por Paul Hindemith. Uno de los componentes más importantes del Ballet, fue el vestuario diseñado por el propio Schlemmer, a los que denominó “figurines”. Diseñados bajo el lema: la forma sigue a la función; las indumentarias estuvieron basadas en los movimientos que debían ejecutar los bailarines.
Las piezas son volúmenes geométricos impregnados de una rigurosidad y extravagancia que los hacen únicos. Las composiciones coreográficas también enfatizaban las tres dimensiones: altura, anchura y profundidad. Existe un video, realizado en 1970 por Margarete Hastings, resultado de la reconstrucción del performance, basado en bocetos, fotografías y documentos de Oskar Schlemmer. Puede verse aquí.
El vestuario del Ballet Triádico tuvo gran influencia en el mundo de la moda, fue inspiración para artistas como Maddona y en los comienzos de Jean Paul Gaultier, además del peculiar cantante alemán Klaus Nomi. En el pasado Fashion Week, la marca Cihuah presentó su nueva colección inspirada en tan emblemático Ballet.