Con formas geométricas, líneas limpias y espacios abiertos, el complejo residencial Besana –ubicado en Interlomas, Huixquilucan, Estado de México– está configurado por dos torres perpendiculares conectadas por un pabellón.
Besana es un encuentro entre el pasado y el porvenir, entre las luces y sombras. En ese punto exacto entre la opacidad y la transparencia se establece una vida en equilibrio, marcada por la coincidencia entre lo que hacemos y el destino. Materiales como acero, cristal y concreto no son sólo soporte, sino forma; en su honestidad se captura lo sofisticado de lo simple.
Trazado y ejecutado por Taller ADG –liderado por el arquitecto Alonso de Garay–, este desarrollo residencial tiene un diseño arquitectónico en el que converge funcionalidad, belleza y solidez. En su simpleza encontramos una vida de apertura, donde los horizontes se extienden. Sus espacios, delimitados y a la vez expansivos, posibilitan una dualidad central: Besana es íntimo e infinito a la vez.