Proyectada por el estudio Ambrosi | Etchegaray en 2014, en un área de 360 m2. En los alrededores de la Ciudad de México, se han desarrollado varias comunidades que funcionan como lugares de fin de semana para los habitantes de la ciudad, principalmente por la proximidad a la urbe y por el buen clima que permite tener interacción con los exteriores durante todo el año con aire fresco. El encargo consistió en diseñar una casa de fin de semana en los alrededores de Tepoztlán, dentro del estado de Morelos, México. El terreno cuenta con una extensión de 3,000 m2 donde la casa se desplanta en una serie de plataformas que toman ventaja de la topografía natural a través de un pabellón abierto para tener vista hacia el horizonte. De esta forma, la vegetación rodea a la construcción y los materiales empleados —muros de piedra, block color adobe, losas de concreto— que buscan mimetizarse con la naturaleza local.
La relación entre la parte pública y privada del programa es a través de patios logrando crear espacios exteriores al interior de la casa, siempre en correspondencia con el paisaje natural.