Siguiendo los estándares del passivhaus -un tipo de construcción que por sus materiales logra condiciones atmosféricas ideales en su interior, a través de los cuales se controla el gasto de energía y se beneficia el medio ambiente-, el estudio de arquitectura Lucía Olano Lafita rehabilitó una vivienda unifamiliar que data del año 1920 situada en el barrio de Las Tres Torres, en Barcelona.
Este rediseño permite un ahorro del 63% en calefacción, refrigeración, aire acondicionado y electricidad a través del aislamiento térmico, protección solar y la incorporación de diversas instalaciones como climatización con aerotermia, una pared radiante (que conserva y genera calor), deshumidificación y radiadores de baja temperatura.
Debido a las modificaciones que había sufrido a través de los años, el objetivo principal fue el de recuperar la fachada con el volumen original y diferenciarla del resto de la vivienda; se decidió bajar la primera planta a nivel del jardín y recuperar los ventanales curvos de la época para tener una mayor cantidad de luz.
El segundo objetivo era conectar los espacios a pesar de la composición de la casa, para ello, se construyó una escalera de forma curva con acabas de roble macizo y mortero de cal, que une cada área, convirtiéndose en un espacio de convivencia familiar. A partir de esto, los criterios passivhaus funcionaron para conservar la historia de la construcción a la vez que se modernizaba su diseño.