Ya no basta con tener un buen puesto, salarios y prestaciones, los equipos de trabajo actuales requieren también de un sueldo emocional y de una certeza de que las empresas en donde laboran se preocupan por ellos, su desarrollo, bienestar y entorno. El equipo de la empresa global de servicios inmobiliarios JLL llegó a estas conclusiones después de realizar un completo análisis a nivel mundial sobre la retención de talento y su vínculo directo con la experiencia vivencial de los lugares de trabajo.
El entorno y sus múltiples cambios están obligando a las empresas a renovarse, adecuarse e implementar nuevas formas de colaboración no sólo para atraer nuevos talentos sino también para mantener contento y productivo al que ya se tiene”, platica Arturo Bañuelos, vicepresidente ejecutivo de JLL.
“Las industrias de todas las áreas tienen que tener en cuenta que esta filosofía debe ser inclusiva y tomar en cuenta a todas las edades y generaciones, no solamente a los más jóvenes, pues sin importar la etapa de vida, a todos les gusta sentirse valorados y esto repercute directamente en la productividad y creatividad”, enfatiza Bañuelos.

Un sueldo emocional incluye amenidades, flexibilidad, cuestiones de salud y diversión, todo colaborador debería tener la posibilidad de moverse libre por la oficina y de gozar de espacios para el esparcimiento; una persona que se encuentra ocho horas ininterrumpidas frente a un computador no es productiva, al contrario, esa persona está perdiendo tiempo y, por lo tanto la empresa también. Se genera más productividad cuando se hace una pausa para tomar un café e incluso una cerveza, ya que muchas veces esto genera reuniones informales entre el personal donde surgen ideas únicas, o donde simplemente se libera el estrés y se da pie a continuar con los labores con mayor plenitud.
Desde el punto de vista de Bañuelos: “Es de vital importancia no estar sentado en el mismo escritorio todo el tiempo, es importante moverse e incluso trabajar de pie, buscar la posibilidad de tener espacios con poofs o para trabajar a la par que de estar tomando un café o un sándwich. Estas pequeñas acciones hacen la diferencia y permiten la comodidad y conectividad, son horas efectivas que surgen a través de la flexibilidad”.

Hay espacios de trabajo en donde incluso existen áreas para practicar yoga o entretenerse para liberar el estrés habitual con resbaladillas y columpios, incluso hasta lugares en donde se pueden organizar días temáticos para motivar la convivencia entre equipos de trabajo.
“No olvidemos –dice Bañuelos– que al final de cuentas la parte lúdica siempre es importante para el ser humano y esto no debe ser un impedimento para empresas pequeñas con poco espacio o capital. En estos casos lo que debe ponerse a prueba es la creatividad, acciones como no tener lugares asignados, verificar que los espacios sean beneficiados por la luz natural, trabajar en la terraza o cuidar que el mobiliario sea cómodo y ergonómico hacen la diferencia. Incluso cambiar de lugares, dar flexibilidad de horario, hacer home office uno o dos días a la semana, utilizar la sala de juntas para diversas actividades y brindar pequeñas amenidades o equipo que no necesariamente es caro, pero sí significativo demuestra a los colaboradores el interés que tiene la empresa en su bienestar”.

Según datos de JLL, alrededor del 60% de las empresas mexicanas ya aplican este modelo; sin embargo, aún existe el miedo en ciertos lugares a que esta flexibilidad dé un mensaje equívoco a los colaboradores y éstos se comprometan menos. En respuesta a esto, Bañuelos explica que esta filosofía permite reconocer talentos y a quiénes tienes que dejar ir; finalmente es una práctica que permite identificar a la gente comprometida y que vale la pena.
“Los que son buenos y profesionales lo van a valorar mucho, se va a notar en su desempeño, colaboración y creatividad, mientras que los malos colaboradores nunca lo va a lograr. Definitivamente se tiene que capacitar a los colaboradores de una compañía para incentivarlos, ver que se sientan cómodos para que produzcan lo que tengan que producir”, dice el ejecutivo.
JLL tiene un plan muy específico en cuanto a esta filosofía y al tener dentro de su equipo una cantidad importante de mujeres cuida mucho el aspecto de flexibilidad de horario, sobre todo cuando son madres busca asignar espacios para lactancia con todas las facilidades y considera que las guarderías internas serían una excelente opción para las compañías.
El perfil de los colaboradores actuales se trata del de una persona manejada por la tecnología, que busca la conexión, está todo el tiempo en línea, cuida el medio ambiente y no le gusta hacer lo mismo por mucho tiempo, pero sobre todo que es valorada, una tendencia que puede calificarse de irreversible.

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