NAMUH | CADA PIEZA UNA HISTORIA QUE CONTAR

Glocal Design Magazine fue invitada por Namuh a visitar sus más importantes puntos de exhibición en la Ciudad de México y San Miguel de Allende, Guanajuato, una experiencia singularísima y llena de historia.

El itinerario: por la mañana nos dimos cita en Roma Quince, Colima y Medellín, en la porfiriana colonia Roma. Este lugar es una mezcla entre salón de exposición y colectivo de marcas amigas quienes exhiben una serie de piezas, arte objeto, joyería, indumentaria, comida gourmet, entre otras, que parecen embonar y convivir perfectamente entre sí. El lugar es agradabilísimo, el visitante puede degustar una copa de vino acompañada con una tabla de quesos y olvidarse de todo en Carlota & Emilia; maravillarse con las piezas de Namuh o los textiles de Muhna.

La siguiente parada, San Miguel de Allende. En Camino a Alcocer Km 2.2 una pared con letras blancas que deletrean “Namuh” nos recibe. Namuh es una palabra coreana que significa “árbol”, pero no un árbol cualquiera, un árbol protector, un árbol familiar, como veríamos inmediatamente reflejado en los lazos de confianza, de colaboración y familiaridad entre los miembros del equipo de trabajo de esta empresa.

Al abrirse la puerta para recibirnos, descubrimos cualquier cantidad de objetos, credenzas, cajoneras, sofás, luminarias, cojines, alfombras, velas, espejos, piezas todas de gran belleza, de excelente manufactura, diversas, diferentes… Éste, sin duda, podría ser el paraíso de los interioristas. Cecilio Garza y Betina Félix fueron nuestros hostess, y no sin encanto nos explicaron que la empresa comenzó hace 15 años con la importación y exportación de mobiliario, ellos han visto crecer (y probablemente han contribuido a ello) la tendencia del gusto asiático en el país.

Namuh importa mobiliario y objetos de 15 países, principalmente Estados Unidos, Rumanía, Brasil, Francia y el continente asiático; también produce fusiones entre textiles importados y trabajo artesanal local de Guanuajuato, Hidalgo y Chiapas. Todo lo que muestra su showroom, fue personalmente elegido, de hecho se respira una curaduría huidiza en todo el lugar que está presente, aunque no se revela del todo. “Lo que nosotros queremos transmitir es cultura, cada pieza que tenemos transmite algo más que simple decoración. Tienen un sabor no sólo antiguo, sino también cultural”, aclara Cecilio.

Numah tiene dos áreas, una más comercial, por decirlo de alguna manera, con piezas hechas en serie e industrializadas para un tipo de mercado; y esta otra parte muy fuerte de piezas únicas —recicladas de algún templo desmantelado de Tailandia, un carrito utilizado por cierto vendedor callejero de la India, una cajonera de una antigua farmacéutica tradicional China y que todavía huele a hierbas—, dirigida a arquitectos o interioristas, personas iniciadas que han viajado y reconocen el valor de lo que Numah ofrece. No obstante, cualquier persona de a pie puede visitar la firma y recorrer el ala ambientada de la marca que tiene el propósito de guiar al consumidor, y llevarse a casa un pedazo de la cultura de otro país.

Por otro lado, un área que desde el año pasado inició operaciones con gran éxito fue Numah Studio liderado por el diseñador industrial Luis Luna, que con el pie derecho han inaugurado una línea de mobiliario contemporáneo con geometrías limpias que han alcanzado alrededor de 30 piezas en su producción y sigue creciendo. El taller de ebanistería no sólo satisface las necesidades de Numah Studio, también restaura, ensambla y adapta las piezas recién llegadas.

El recorrido, finalmente, terminó en Cuna Quince, ubicado en Cuna de Allende 15 en el centro de San Miguel de Allende, el showroom madre de donde surgió Roma Quince en la Ciudad de México. Más espacioso que su sede hermana en el DF, es tan sólo una pequeña muestra del diseño textil, industrial, de modas, de joyería y gourmet de México y el mundo, que Numah en colaboración con otras marcas tienen para todos nosotros.